, los nazis pusieron a disposición de los expertos en propaganda dirigidos por Goebbels toda la enorme fuerza burocrática del Estado alemán férreamente controlado, poniendo en funcionamiento “Los principios de la propaganda fascista:

Principio de simplificación y del enemigo único. … Individualizar al adversario en un único enemigo.

Principio del método de contagio, reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo.

Principio de transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo al ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias inventa otras que las distraigan”.

Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

Principio de la vulgarización. … Cuanto más grande sea la masa a convencer más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Principio de verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sonda o de informaciones fragmentarias. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario. Principio de la transfusión. Difundir argumentos que pueden arraigar en actitudes primitivas. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que piensa “como todo el mundo”, creando una falsa impresión de unanimidad.

El documento se encuentra recogido en un magnífico libro que debería leer toda persona que se considere de izquierda, su título es Terrorismo y Civilización. Autor: Carlos Tupac. Editorial Boltxe. Les dejo aquí un extracto del prólogo escrito por Iván Márquez: Terrorismo y civilización es un libro urgente y necesario para todos los insumisos y rebeldes del mundo. Nos dota de pertrechos poderosos para la guerra de las ideas contra la injusta y decadente civilización burguesa.

Los nazis para poner en marcha la 2ª Guerra Mundial emplearon los principios arriba expuestos de forma resumida. Pero dejaron su impronta en el campo del nuevo imperialismo que surgiría tras su derrota, el imperialismo estadounidense ya empleaba desde mucho antes algunas de esas fórmulas, no en vano el periodista neoyorquino John Swinton en su discurso de despedida, en 1880, declaraba refiriéndose a lo que en EEUU llaman periodismo: El trabajo del periodista es la destrucción de la verdad, la mentira patente, la perversión de los hechos y la manipulación de la opinión al servicio de las Potencias del Dinero. Somos los instrumentos obedientes de los Poderosos y de los Ricos que mueven las cuerdas tras bastidores. Nuestros talentos nuestras facultades y nuestras vidas les pertenecen. Somos prostitutas del intelecto. Todo esto lo saben ustedes igual que yo.

Cumpliendo los dictados de Goebbels, el empleado de las fuerzas imperiales Joe Biden, en rueda de “prensa” durante la reunión de la OTAN el jueves pasado declaró: La conclusión es que, en última instancia, la razón por la que los precios de la gasolina han aumentado es por culpa de Rusia, Rusia, Rusia, Rusia. La razón por la que la crisis alimentaria existe es por culpa de Rusia.

Porque Rusia no se deja desintegrar, dividir en 7 u 8 pedazos como hicieron con Yugoslavia, primera intención imperial con el cerco, la provocación y la alimentación de la guerra de Ucrania, porque Rusia no se deja robar sus recursos naturales, en el Encuentro de San Peterburgo, Putin lo explicó en pocas palabras: “Esto es una lucha entre la soberanía contra el unilateralismo (G/-OTAN-EEUU-UE, el capital imperial).

Toda la propaganda que derrocha Biden arranca de los principios de jefe nazi, y el primero de esos principios ya hemos visto lo que dice: Principio de simplificación y del enemigo único. … Individualizar al adversario en un único enemigo.

Detrás de Biden ha hablado el saltimbanqui que le ha puesto mesa y cama, (un amigo me ha pedido que llame a Pedro Sánchez “La vox del psoe” o “El matador”), ¿y qué se le ocurrió decir para que su amo le mire con ojos de desorientado?: mandamos un mensaje muy fuerte y muy claro a Putin: No vas a ganar”.

Quienes viven de las invasiones imperiales y sus servidores siempre están unidos frente a quien no acepte su dominación. EEUU solo ha llevado la guerra a todos los países que han buscado vías de escape de su poder, toda Latinoamérica las ha sufrido, en forma de intervenciones directas, golpes de Estado, empleo de ejércitos mercenarios, bases militares y presión económica; el caso de Pedro Sánchez dando 8 días al Presidente Maduro para marcharse y dejar Venezuela en manos del contrabandista Guaidó, o exigir a López Obrador que intervenga o se sume a la oposición bandidesca, nos lo dibuja como el perrito faldero de Biden, hasta Obama reconocía que “retorcemos el brazo” a quien no obedece.

África ha sido explotada hasta la hambruna general, los asesinatos en Melilla son el último ejemplo que ha dado nombre a Pedro Sánchez, el sátrapa (gobernador de una provincia) en su papel entregando El Sáhara al otro sátrapa, el marroquí, para mantenerse como sirviente de EEUU-israel, la presentación de los asesinatos de Melilla como prueba de su fidelidad hasta el final, el envío de armas a los nazis ucranianos, la subida hasta el 2% del PIB como entrega a la OTAN, a lo que ha añadido las bases imperiales para que su amo meta tropas y barcos en preparación de la próxima Guerra Mundial, finalmente la declaración, como seguimiento a pies juntillas de la lección de Goebbels: Putin: No vas a ganar, nos dice la clase de personaje que es. Su Estado participante en la destrucción de Yugoslavia, de Libia, de Yemen, de Siria, de Medio Oriente, de Afganistán; sumado calladamente a quién impone el crimen del bloqueo a Cuba, a Palestina sobre todo a la parte de Gaza, a Irán, a Venezuela, y a tantos y tantos otros, su silencio siempre y ante las sanciones a países, empresas, personas, a todos los que no se dejan robar hace que nos preguntemos: ¿ hasta dónde será capaz de llegar ese aparato socialfascista que dirige?

Lo vamos a ver en la crisis que ya se canta para después del verano: se anuncia el hambre, la suspensión de ayudas, la destrucción de empleo, la reducción energética, las subidas de luz y los combustibles, la congelación social para someter al conjunto a la obediencia, al seguimiento ciego, al miedo y a la mano dura, el nuevo fascismo para entrar en la era del dominio absoluto por esa minoría que se reunió en Davos.

¿Pero qué pasó en Davos? Se proyecto la idea del “reseteo”, del “recomienzo” capitalista, pero si todo vuelve al mismo punto lo que es cierto es que no vuelve de la misma manera. El gran capital mundial hizo ver su programa, lo que denomina “el gran reinicio”. Expusieron la necesidad de quitarse el circulante improductivo y el sobreendeudamiento, todo eso que le cuelga a EEUU y sus socios, para eliminarlo se lo van a cargar a los pueblos, y hacerlo dominando sin oposición. El “reinicio” solo puede empezar si consiguen hacerse con todas las materias primas del mundo, así lo han dicho, disponer de todo para tener un camino seguro como élite, y ahí entra Rusia con el país más grande de la Tierra y las materias primas. Se proponen hacerse con ellas, a lo que suman que empiezan por dar la medida de las libertades, siempre teniéndolas bajo control, porque saben bien de la disconformidad social, las revueltas y las revoluciones que van a encontrar creando pobreza y hambre en las poblaciones.

En Davos, además, aclararon que el “reseteo” es forzoso que se lleve a cabo país por país en todo el mundo, porque de no actuar todos los gobiernos de la misma forma, los que lo realizasen encontrarían problemas mientras que los que no castigasen a sus poblaciones y optasen por mantener su soberanía, conservarían sus riquezas y no las entregarían al imperio, con lo que sería éste, el gran capital, el que a lo ojos de los pueblos del mundo sería el responsable de la desgracia de la Humanidad entera.

Las palabras de los principales dirigentes del gran capital en Davos lo dejaron claro:

Director del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab: Nosotros construimos el futuro, una comunidad poderosa, tenemos los medios para mejorar el estado del mundo, para lo que son necesarias dos condiciones, 1ª: Actuar todos como partes interesadas en comunidades más grandes para que no solo sirvamos a nuestros intereses sino que arrastremos detrás nuestro a la comunidad. Eso es lo que llamamos las partes interesadas. Llamo a hacerse cargo de integrar a otras partes más allá de la élite minoritaria que somos.

La crisis energética mundial es una transición que será dolorosa para la mayoría, pero no debe ser resistida por nadie tentado a preservar su propia soberanía sobre la agenda global.

Vicecanciller alemán Robert Habeck, miembro de Alianza 90/ Los Verdes: Los gobiernos de las naciones individuales no deberían buscar proteger a sus propios ciudadanos sino seguir las reglas de los mercados. Todos los países deben alinearse con la agenda del gran reinicio. Las naciones deben resistir la tentación de velar por sus propios intereses.

Director Ejecutivo de Finanzas de Noruega, Idar Kreutzer: La transición energética será lenta y habrá escasez masiva y dificultades económicas, pero el dolor vale la pena.

La reunión de la OTAN en Madrid ha dado un documento en el que declaran: La cooperación entre Pekin y Moscu va en contra de nuestros valores e intereses.

No debemos olvidar que la primera maniobra para hacer el camino que éstos representantes del gran capital señalan fue el golpe de Estado en Ucrania en 2014. Del golpe de Estado salió como representante de los golpistas Petro Oleksiyovich Poroshenko, que una vez relevado ha declarado que los Acuerdos de Minsk, 1 y 2, los firmaron solo para ganar tiempo y armarse con el fin de atacar a Rusia. La provocación de 8 años asesinando a los pueblos de las Repúblicas de Donbass y Lugansk puso en marcha lo que tenían previsto, y ahora presentan la operación de defensa de Rusia como una invasión de ésta.

Todo concuerda con la preparación y avance de ¿la 3ª Guerra Mundial? Biden-Goebbels, el imperialismo hace de guía.

Por REDH-Cuba

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