Encuentro en La Sapienza entre Ernesto Limia Díaz y Luciano Vasapollo


La Embajada de Cuba en Roma acogió el pasado jueves el anuncio oficial del Doctorado Honoris Causa en Ciencias Políticas conferido al profesor Luciano Vasapollo por la Universidad de La Habana por su importante compromiso con Cuba, concretado en la construcción de un vínculo que va más allá de cualquier distancia geográfica. La comunicación fue entregada personalmente al profesor de la Sapienza por la embajadora de Cuba en Italia, Mirta Granda Averhoff, durante un encuentro cultural en el que Vasapollo participó con Ernesto Limia Díaz, escritor e intelectual cubano.

Juntos, Vasapollo y Limia Díaz pronunciaron una conferencia al día siguiente, viernes 1 de marzo, en la Facultad de Letras de la Universidad La Sapienza, dedicada a la economía cubana. Fue una oportunidad para poner de relieve no sólo los retos económicos a los que se enfrenta la isla caribeña, sino también para recorrer su historia y mostrar su espíritu de autodeterminación y resistencia.

Al prestigioso acto asistieron también el presidente del Curso de Ciencias del Turismo Sostenible, Marco Ramazzotti, y representantes de la Embajada de Cuba en Italia, que expresaron su estima y consideración a los dos ponentes del encuentro.

Para entender la situación económica actual de Cuba es necesario conocer su historia, subrayó el Prof. Vasapollo en la sala de conferencias. La Isla”, señaló, “desde la Revolución de 1959, siempre ha enfrentado con orgullo los desafíos a su soberanía, y a pesar del largo período de bloqueo económico, que ha intentado y sigue intentando obstaculizar su autodeterminación generando importantes dificultades económicas, ha demostrado una extraordinaria capacidad de resiliencia, exportando solidaridad al mundo y manteniendo una fuerte identidad nacional.

La economía cubana, como siempre en estos más de 60 años, ha sabido responder a los retos actuales que plantea la Revolución, que atraviesa momentos bastante críticos, acentuados en los últimos años por la inestabilidad internacional y la pandemia del Covid-19 que ha golpeado duramente al sector turístico, una de las principales fuentes de ingresos del país. El desplome del turismo y la relativa falta de divisas en el país, sin embargo, como recuerda Vasapollo, no son los únicos problemas: “el bloqueo impuesto por Estados Unidos sigue siendo un obstáculo importante para el desarrollo del país, ya que dispara las tasas de inflación, limita y prohíbe el acceso del país a recursos y bienes básicos, y dificulta el comercio internacional”.

Así, “2024, promete ser un año crucial para el futuro de Cuba”. De hecho, según las proyecciones del Presupuesto, Cuba ha visto disminuir sus exportaciones en un 30% en los últimos años respecto al periodo precovídico, con un descenso del 37% en el sector ganadero y del 32% en los sectores manufacturero y eléctrico, respectivamente. El número de presencias turísticas descendió de 4 millones a 1,5 millones, y aunque esta cifra está aumentando, tardará tiempo en alcanzar de nuevo los niveles registrados antes de la pandemia.

No obstante, las medidas previstas por el Gobierno cubano para restablecer la economía -afirmó Vasapollo- son numerosas y están encaminadas a crear condiciones de desarrollo y crecimiento para la población. Por ello, se prevén medidas de estabilización macroeconómica, entre ellas: aumentos salariales para los empleados de la salud y la educación, la reducción del déficit fiscal para poder sostener el gasto social, medidas para la comercialización de los combustibles, la asignación de presupuestos para la seguridad social, la educación, la asistencia social, la protección y preservación del medio ambiente y la innovación y la investigación’.

Como es evidente, el programa de ajuste, aclara el decano de economía de La Sapienza, “tiene siempre un carácter social, y demuestra una vez más que la isla no sólo no quiere renunciar a la planificación socialista, sino que se distancia de las recientes fake news sobre la posible adopción del capitalismo”.

Las perspectivas de futuro, según Vasapollo, dependen en gran medida de las relaciones internacionales y de las políticas que Estados Unidos aplique en los próximos años. Como señala el profesor: “Un posible regreso de Trump podría agravar aún más la situación. […] Cuba continuará sus relaciones internacionales con países que persiguen el multicentrismo, basándolas en el respeto y la ayuda mutua, luchando siempre por la autodeterminación de los pueblos’.

En su discurso, el escritor Ernesto Limia Díaz recordó que Cuba ha vivido siglos de convulsiones e injusticias. Mientras Europa estaba inmersa en la Revolución Industrial, la isla luchaba contra el colonialismo español y más tarde contra la dominación estadounidense, dejando una huella indeleble en la historia del país. Éste, saqueado y explotado por intereses económicos, luchó por su autodeterminación y se liberó del yugo extranjero gracias a las enseñanzas del apóstol José Martí, el espíritu de lucha de Fidel Castro y la participación de los campesinos en la lucha por la liberación.

Sin Fidel y Martí, y sin el heroísmo del pueblo cubano, subrayó Limia Díaz, “no habría habido revolución”.

La victoria de 1959 marcó el comienzo de una nueva era que, a pesar de los obstáculos y las constantes amenazas externas, condujo a la independencia y la autodeterminación de la isla. Cuba siempre ha demostrado ser capaz de defender con orgullo y determinación sus principios y valores. En los momentos más oscuros, como durante el período especial de paz, ha demostrado una extraordinaria capacidad de adaptación y resiliencia”.

Incluso durante la pandemia, la isla destacó por su solidaridad mostrada al mundo entero gracias a la ayuda prestada a no menos de treinta y cinco países de todo el mundo, entre ellos Italia, que recibió equipos médicos, equipos de protección personal y el apoyo de médicos y enfermeras cubanos altamente cualificados durante el momento más dramático. A su vez, Italia envió las sringas necesarias para la campaña de vacunación contra el Covid, con vacunas diseñadas y producidas en Cuba, que la OMS ha reconocido como las mejores del mundo.

“El compromiso de Cuba en la lucha contra el virus también se ha puesto de manifiesto en las constantes investigaciones científicas que han permitido el desarrollo de vacunas contra el Covid-19 capaces de contrarrestar la propagación del virus y su manifestación en sus formas más severas, y que han inmunizado a la población a partir de los dos años de edad. Estas vacunas se distribuyeron gratuitamente a los países en desarrollo. A pesar de ello, Estados Unidos siguió desacreditando a la isla inventando noticias falsas e impidiéndole comprar respiradores pulmonares que ayudarían a salvar vidas. Por todo ello, hoy podemos decir que mientras el mundo se enfrenta a inestabilidades globales, Cuba sigue siendo un faro de esperanza y solidaridad.

En un mundo marcado por la globalización y las presiones geopolíticas, desgarrado por las guerras y herido por la injusticia, Cuba brilla como una luz para quienes creen en la justicia social y la dignidad humana. Su resistencia creativa y su compromiso con un futuro mejor son un ejemplo para todos nosotros, una advertencia contra la injusticia y la opresión, un testimonio de la fuerza del espíritu humano frente a la adversidad.

Chiara Lonardo

Fuente: Faro di Roma

Por REDH-Cuba

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